miércoles, 25 de junio de 2008

Parece junio


Sin pena ni gloria
pasó el verano.
Y vos sos lo que se llevó:
mi ilusión, mi paciencia,
el agrio tiempo.

La rutina de la lluvia diaria
y la densa soledad
transpiran las paredes
de mi angosta guarida
que se descascara un poco más
cada día
imitando a mi temple.

Se invitan a pasar tu sombra
y tu silencio,
la oscuridad abismal de tus ojos,
los huecos de tus manos
y del amor.

El frío vacío
duele.
Yo ya no grito

pero tampoco cierro las ventanas.

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